domingo, 31 de julio de 2011


Todos podemos pedir un deseo; al soplar las velas en nuestros cumpleaños, algunos pedimos más: como con las pestañas, echando una moneda a una fuente, al ver una estrella fugaz y de vez en cuando alguno se cumple...
¿Y qué pasa entonces?¿Es tan bueno como esperabamos?¿Disfrutamos de nuestra felicidad o nos damos cuenta de que tenemos una larga lista de deseos esperando a ser deseados?
No deseamos lo fácil, deseamos cosas importantes, cosas ambiciosas, fuera de nuestro alcance. Deseamos cosas porque necesitamos ayuda, tenemos miedo y sabemos que quizás, pedimos demasiado..pero seguimos pidiendo deseos porque a veces se hacen realidad...

No hay comentarios:

Publicar un comentario