miércoles, 15 de diciembre de 2010

Ya no hay perro que me ladre ni zorras que me hagan llorar;


Elévate, trepa, escala a la cumbre. No te quedes atrás, no desvanezcas, no tires la toalla. En momentos de cansancio toma aire...y camina. Como si fueras libre, que nadie te vea caer. Sonríe, mira al frente, mira el horizonte que se abre bajo tus huellas en el asfalto. No niego que no aparezca el cansancio, que estés a punto de derrumbarte en cualquier momento, que las ampollas afloren en tus pies y las zapatillas te aprisionen. ...desde la distancia yo intentaré empujarte, serás capaz.

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